jueves, 15 de febrero de 2018

El visionario

Me voy a permitir la licencia de tener fe, que se asemeja a creer en aquello que no se puede ver, que empíricamente no está demostrado por la ciencia o por los hechos.  Exactamente eso es lo que debemos tener con nuestro Real Zaragoza:  FE.

Por mucho que nuestro entrenador haga juegos florales en sus declaraciones, y nos quiera hacer ver  que todo va mejor desde el inicio de año, he de reconocer que era bastante mejor el Zaragoza de Agosto y Septiembre que el actual;  Los caprichosos números sin duda acompañan el actual devenir del equipo en este tramo de la competición, pero todos albergamos en nuestro interior un halo de desconfianza que, partido tras partido se refuerza por la galopante e indecente inseguridad defensiva y la mala disposición táctica de los peones en el verde tapiz.



Nuestro entrenador, que ha transitado en buena parte de la temporada por el borde del abismo, se ha permitido el lujo de presumir de una supuesta capacidad predictiva del futuro, queriendo evidenciar que el devenir de la temporada deportiva de nuestro club siempre ha estado bajo su control, que todo estaba dentro de lo previsto, que nada ha sido producto de la fortuna y las cosas están resultando tal y como él había planificado (imagino de manera concienzuda). 

Si tal capacidad visionaria, desconocida hasta ahora, alumbra a nuestro míster, confiemos en que también se hagan realidad sus anteriores afirmaciones,  y el proyecto de este Zaragoza acabe "fantásticamente". 

Igual es un figura echando la primitiva.

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