lunes, 28 de octubre de 2013

El fútbol y el éter

Estamos en manos del éter, de la esencia pura de las cosas, de lo inperceptible, de lo esfumable, de lo espiritual en definitiva.  Con lo fácil que es, ¡¡¡¡REDIOS !!!!, darle patadas con criterio a una pelota y resulta que, a la hora de la verdad, descubrimos que los partidos se ganan o pierden con atributos fantasmagóricos, etéreos, enigmáticos como el LIDERAZGO, el POSO, el SABER ESTAR, el OFICIO ... deben de estar hasta el cogote de estos atributos los Mesis, Iniestas, Ronaldos y ¡¡ nosotros sin saberlo... cachis !!

Pues lo cierto es que, a primera, se sube ganando puntos, y no es plan de dejar escapar dos contra un equipo que es incapaz de coordinar tres pases seguidos, jugando en casa y después de darles un baño de escándalo en la primera mitad. 

 Todos sabíamos, incluso los analfabetos del "éter" (entre los que me encuentro), que el partido no se iba a ganar, por que los jugadores así lo quisieron desde el primer minuto del segundo acto, y hubo un entrenador en la banda que fue incapaz de cortar lo que, sin duda, acabaría llegando con la única esperanza de que la diosa fortuna, que esquiva fue en Riazor, no lo fuera tanto al calor de hogar.

Lo que se persigue, se consigue.  ¡Enhorabuena Zaragoza! ,  lo buscaste y en el minuto 93 lo obtuviste.

Matizamos la máxima del inefable del funesto jotero de El Arahal cuando decía:  "no dejes de ganar un punto por ir a buscar tres";  la del Pacense-Catalán Herrera reza "no busques mantener tres puntos si puedes regalarle dos al rival".

¡¡ Que carica de gilipollas se nos quedó a todos el sábado ... aun viéndolo venir.!!

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