Aquellos a los que ni los colores blanquillos ni los palanganeros les tiren algo hacia sus adentros, a buen seguro que apagaron el televisor antes de hora, zapearon de canal en canal o aprovecharon para preparar las viandas de la cena. Y es que, la ida de los cuartos de copa ejemplificó el combate táctico, en el cual nadie quería perder posiciones de cara a la batalla final de Sevilla.
Un Zaragoza (con dos novedades por las bandas que justificaron y de sobras el porqué de su sempiterna suplencia) carente de llegada, carente de pegada y ausente de capacidad para el desborde que cimentó en su 0 en contra toda la estrategia de la noche, frente al Sevilla que esperó a los vientos favorables de la vuelta para solventar una eliminatoria que fácilmente pudieron dejar resuelta en Zaragoza a poco que la ambición hubiera podido con su cicatería. ¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy! y por mucho que les parezca, tienen la eliminatoria mucho mas cuesta arriba de lo que aparenta el guarismo de goles; van a descubrir que el Zaragoza es un acogedor casero, pero muy incómodo huésped.
La semifinal están muy cerca; y eso empieza a dar vértigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario