El devenir del enfrentamiento a Osasuna desvela paradójicas, enrevesadas y en ocasiones contrapuestas conclusiones; Un equipo flojete de media hora da paso a un monumental desbarajuste de 60 minutos. Y todo esto por que se te ocurre la desgracia de marcar un gol, algo que en cualquier otra situación sería motivo de afianzamiento y refuerzo de los valores individuales y colectivos, en este Zaragoza supone el comienzo del fin, el pistoletazo de salida del ejercito de pancho Villa a patrullar por el nuevo y precioso prado Zaragocista.
Y dentro del ejército de Pancho Villa, el General Verdasca, dando todo un recital negativo de actitud, aptitud y talante, acompañado por el adjunto Perone, al que hace mas malo de lo que es su compañero, sostenidos a duras penas por un gran Benito, y un correcto Lasure, y por una afición que cada vez que el balón merodea el área contiene la respiración con la esperanza de encontrar una mano salvadora en Cristian antes de que la patética actitud defensiva del equipo convierta en trágica una simple anécdota.
8 partidos ya para saber quien puede jugar y quien no está ni para el juvenil. 8 partidos para estar como siempre; tan cerca de arriba como de abajo. Nada nuevo bajo el sol del día de la marmota Zaragocista.
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