No será por no haber avisado; la parsimonia habitual en la toma de decisiones que se tornaban imprescindibles después de quedar a 7 minutos de primera (maldito momento), se rectifico por sorpresa para arreglar un problema y generar unos cuantos mas; Quitamos al nefasto Ranko Popovic y, para repartir culpas y dejar saciado el ego, irresponsable, del directivo responsable de la parcela deportiva, nos cepillamos al gran artífice el milagro del pasado ejercicio, así como al constructor de una plantilla que, lejos de lo que muchos dicen, es bastante mas apañada y fiable de lo que puede parecer.
Error brutal, sobre todo por alimentar ese espíritu de revancha segundón, que lleva a la entidad a una situación de absoluta incertidumbre, en la que se duda de lo estructural, se flaquea en lo coyuntural; nada parece servir y todo se hace prescindible y empequeñece. Pasamos de pensar en el segundo puesto, a mirar con cierto recelo al cuarto por la cola ... por si acaso. Cruzamos la linea de la incertidumbre y sabemos que, ante una serie mal dada de resultados, como se están sucediendo, la red de seguridad está quitada y todos los focos se pondrán en el principar protagonista y actor destacado del desaguisado, (eso si, con la anuencia del resto del consejo de administración).
Sr. Iribarren; a partir de hoy el foco está señalando hacia Vd. Vd. lo quiso prolongando la agonía del Serbio y vengándose de Martín Gonzalez; Colocando a un ex Zaragocista que poco o muy poco sabía del club, y que a base de golpes irá acertando; a un entrenador que no sabe por donde le da el aire y tardará en percibirlo. Ya lo dice el refrán: el que siembra vientos, solo tiene que esperar a recoger la tempestad. Y esa, ya está aqui.
Suerte. De su lado, aunque a veces no lo merezca, estaremos todos, porque es cierto que a todos nos interesa.
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