Si imperioso se hace el ascenso, mas imperioso se hace tomar decisiones drásticas que encaminen al grupo de futbolistas hacia la cumbre de la tabla con la mayor premura posible; perder mas tiempo sin tener un criterio estable y sensato en la dirección del equipo solo provocará, mas pronto que tarde, nuevos baches, nuevos problemas, nuevas tensiones que, con el tiempo en contra devengará decisiones precipitadas, tardías y, por lo tanto, muy probablemente erróneas.
Esperemos que estar haciendo la goma toda la temporada entre los puestos de ascenso y promoción no avive la parsimonia habitual de la directiva y las decisiones de carácter necesario se tomen con tiempo y con margen de maniobra.
Ojala los resultados nos callen.
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