Vd. solito se lo ha buscado; y no crea que faltan motivos para ponerle contra las cuerdas; entre otras
- por no saber a que jugar,
- por no haber jugado a nada.
- por desconocer los mimbres que lleva entre manos.
- por reiterarse en sistemas de juego que, para estos jugadores, no valen
- por ser derrotado tácticamente casi todos los partidos jugados
- por no encontrar una defensa digna
- por no saber colocar a los jugadores en su sitio
- por gestionar pésimamente el grupo humano
- por no atinar casi nunca en los cambios
- por amagar y no dar a las vacas sagradas
Razones, no le quepa duda que sobran, y tampoco dude que todas esas razones se ha encargado de alimentarlas Vd. Minuto tras minuto veía crecer "su" esperpento deportivo, su rascacielos de indolencia y falta de compromiso, y no ha movido un dedo por atajar la sangría por el origen. Se puede admitir un fiasco, varios incluso, si eso se percibe como un accidente, como una anécdota; su problema es que el accidente, la anécdota se puede considerar la
primera parte frente al Alaves, o algunos minutos en Coruña y Mallorca; el resto es un rosario indecente de bochornos, humillaciones y, lo peor, dejación de las funciones por parte de sus pupilos. Y de eso, de la apatía, de la indolencia, de la dejadez, solo tiene Vd. la culpa.
Vd se lo ha buscado, y Vd. lo tendrá que resolver. Suerte¡¡
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