lunes, 24 de octubre de 2011

Incomparecencia en Pamplona; 3-0 perdido, y 3 puntos menos

Fútbol, lo que se dice fútbol no hubo en Pamplona;  solo un equipo intentó, patadón tras patadón llevar la pelota a la red, y de tres certeros gorrazos salieron tres churros que finiquitaron un partido al que nuestro Zaragoza no asistió.

En el plano táctico sigo pensando que el Zaragoza es una amalgama entre lo adecuado para el equipo, lo adecuado para el fondo de inversión y lo adecuado para Aguirre;  y ya se sabe que dar gusto a las tres partes a la vez es imposible.


La defensa es una caricatura que para si quisieran los guionistas de un triller deportivo;  los saques de banda de Juarez, la descoordinación psicomotriz del "Apavonado" Mateos, la lentitud exasperante de Da Silva y el esperpento de Paredes hacen de la defensa Zaragocista un "club de la comedia" que cada día nos sorprende con algo inesperado.

Meira es un capítulo aparte;  defendido hasta la extenuación por cuantos comentaristas y medios de comunicación leo y escucho, creo estamos ante la mayor farsa de futbolista que he visto deambular por la Romareda;  aporta pases lentos e intrascendentes, la mayoría hacia atrás, languidece la transición del balón, rara vez se ofrece a los centrales (de ahí la multitud de patadones de Mateos y Da Silva), estorba la mejor versión de Poncio, no defiende ... en definitiva un lastre elevado al cubo.

¿el resto? no vi jugar a ninguno;  solo un poco a Juan Carlos cuando salió;  los demás se escondieron en espera de mejores escenarios.

Y precisamente de escenarios hay que hablar;  Es triste todo lo que se vive en ese estadio desde hace años;  puede que algo hayamos echado al fuego desde aquí, pero no me cabe duda que la actitud de la grada y el entorno del Sadar está mas cerca del terrorismo pro-etarra que del deporte.... y nadie hace nada ... hasta que pase alguna gorda.

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