jueves, 27 de octubre de 2011

Como jugar a perder ... ¡Y CONSEGUIRLO!

Tras el lamentable espectáculo de Pamplona, las huestes de Aguirre afrontaban un partido exigente frente a un rival de la zona noble de la tabla, y que en los últimos años había salido goleado de la Romareda.  A pesar de los precedentes no era tarea sencilla doblegar a un equipo de Champions, así que todos, los que acudimos al estadio y los que tuvieron que conformarse con seguirlo desde sus casas, esperábamos un encuentro competido, vibrante y hasta emocionante.


Con un planteamiento táctico, de nuevo, demencial por parte de Aguirre, con el único objetivo de no encajar un gol, y con el análogo planteamiento de su colega Emery,  el tiempo corría sin apenas acercamientos al área, sin jugadas verticales, sin pases en profundidad, sin triangulaciones, en una amalgama impotable de pelotazos de ida y vuelta que abocaban el partido a ser resuelto, bien en un golpe de calidad, en un fallo defensivo o en una combinación de las dos.  Y, por desgracia en esta lotería el que menos boletos llevaba era el Zaragoza, así que la conclusión fue fatídica, pero esperada. 


A veces es bueno personalizar para que se entiendan las cosas:


Juarez no es lateral, no sabe jugar de lateral y no aporta nada defensivamente al equipo;  si quiere Aguirre sacarlo, que plantee una defensa con tres centrales y deje que corra la banda, que es donde se puede sacar algún provecho de él.  Atrás es un coladero porque, simplemente, no sabe jugar de lateral.  Y de eso no tiene la culpa el jugador, sino quien lo pone.


Meira en un tapón que todo lo embarra.  No me meto con su actitud en el campo, que es deficiente en general, sino en lo que su presencia provoca; 
 - Impide que Poncio juegé donde mejor lo hace y lo desplaza a otras facetas donde baja su rendimiento
 - Impide la presencia de Rubén Micael, el jugador llamado a ser la manija del equipo, que cuando juega lo tiene que hacer de media punta (???¿¿¿), con el balón por detrás de él,  y no en su puesto, que es el que ocupa Meira.
 - Sacamos a la banda a Luis García donde exhibe su tendencia natural a ir al centro, y de paso impide que juegue Juan Carlos, el jugador mas en forma y desequilibrante de este equipo en este momento.
En definitiva, si quitamos a Meira, que no aporta nada ofensivamente y muy poco defensivamente, recolocamos a Poncio, Micael, Juan Carlos y Luis García con lo que tendremos un equipo mucho mas equilibrado, creativo, veloz y seguro.
Esto hace que la presencia de Meira, irrelevante, impida el brillo de muchos compañeros, de lo cual, de nuevo la culpa no la tiene el jugador, sino quien lo pone ahí.


De lo errores se aprende, o eso dicen, así que espero cambios radicales en el equipo cara al enfrentamiento del Calderón, porque en caso contrario las canillas nos van a empezar a temblar.




No hay comentarios: