Se lesiona Vigaray, se pierde Dwamena, se costipa un poco el japonés, y el equipo se va a tomar por donde amargan los pepinos sin remisión. ¡¡¡Gran previsión, señores dirigentes deportivos!!! Ahora os quiero ver solucionando problemas, y no poniendo palos en las ruedas de los que os avisaron con tiempo y educación. Por que si algo duele en especial, es aquello que sucede sabiendo que va a ocurrir, y no se ha puesto ningún medio para evitarlo.
Os guste o no, nuestro faro sigue siendo Víctor, y espero que los directores deportivos, generales, y demás tribuneros que andan sueltos y a sueldo de nuestro abono se enteren a tiempo antes de que sus cabezas seas las de turco sacrificadas para deleite de la afición.
Ahora que ha llegado el toro, sacad el capote y ... ¡que haya suerte! o mejor:
¡¡¡mucha mierda!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario