Molinos, Jimenez, la comisión, Prieto y los buitres

Empezando en la feliz renovación de Jimenez, pasando por la cacareada comisión deportiva non nata y terminando en la aparición cuasi bendita, cuasi estelar de Fernando Molinos, el devenir del Zaragocismo parecía enderezar el infausto pasado que nos ha llevado al borde de la desaparición.  

Que duda cabe que Agapito está escudado detrás de estas tres corazas impenetrables (de momento), cuyo incuestionable crédito impide tanto el acceso de la muchedumbre al origen del mal como el recorrido inverso del malhechor;  solo una pieza no cuadraba en este nuevo rompecabezas limpio, diáfano y descontaminado;  esa pieza era Prieto y su caída es fundamental, sobre todo porque hacia la misión de palanca necesaria para perpetrar todas las torpezas y desvergüenzas de Agapito.  Es la señal de que, quizá Molinos haya tomado de verdad parte del control del club.

Lo que resulta incomprensible pretender es que una persona como Molinos, que acaba de aterrizar en Zaragoza, que conocía poco o muy poco del club, y que testificó y prometió independencia ante la afición, en un mes se le exija dar la voltereta completa a un calcetín sudado y agujereado como es el Real Zaragoza;  no es ético pedirlo, ni lo aconsejan las mas elementales normas de la lógica y la prudencia.

Lo que si se puede exigir es que, aquellos que con la misma técnica aceleraron y aplaudieron la caída de Arenere y su grupo en el invierno, se estén un rato mas calladitos, y valoren, juzguen y critiquen cuando a la nueva savia le haya dado tiempo a respirar.  Graznidos ya se oyen ... Que Agapito está detrás, no hace falta que nos lo recuerden a diario;  ¡¡¡YA LO SABEMOS!!!