Por fin una navidad tranquila, sin urgencias, sin crisis sociales aparentes, sin cambios de entrenador a la vista, sin sufrimientos ... una NAVIDAD con mayúsculas.
Después del descomunal repaso táctico y físico que el Zaragoza propinó en "La Catedral" al inquilino de la misma, esperaremos impacientes a que 2013 empiece como acabó 2012, y los Magos traiga algún regalito, al menos igual que el "Manolo Jimenez" que nos trajeron en 2012; superarlo va a ser difícil.
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